Verdad, poder y
los fenómenos paranormales
Luis Enrique Alvizuri*
(…..Comentarios de
Giorgio Piacenza en letras rojas….)
La verdad es todo aquello que
reafirma la correcta marcha y desempeño de una sociedad, y la autoridad tiene
la misión de velar porque ella prevalezca en todo sentido. Por eso la misión
del poder es tanto el fomento de esta verdad como la fiscalización y represión
de aquello que la contradiga. Los fenómenos paranormales, en la medida que no
encajan dentro de la estructura una sociedad, tienen que ser tratados de modo
tal que no perjudiquen el normal desenvolvimiento de la verdad instaurada en ella.
Criterios de validez (según Wilber): “Verdad” (encaje
aproximado entre teoría y verificación objetiva), “sinceridad” (en primera
persona, sicológica), “justicia” acuerdo mutuo, hermenéutico, cultural,
intersubjetivo) y “encaje funcional” (para mantener un equilibrio sistémico
dinámico).
Definiciones
Verdad
La verdad es un conjunto de reglas y normas que sustentan la promesa
fundacional que toda sociedad tiene. Se entiende como promesa al discurso que afirma que se puede encontrar la razón de
ser de la vida si es que se siguen ciertos requisitos y condiciones. Se dice
que es fundacional porque, en torno a esta promesa de conocimiento, se agrupa
un determinado número de individuos dispuestos a creer en lo que ella promete.
Poder
Es la concesión de dominio que los individuos de una sociedad delegan a
quienes son elegidos para preservar la verdad.
El ser humano frente a la
realidad. La configuración del mundo
El ser humano percibe que su ser no es igual al de los demás seres
animados de la naturaleza. Se da cuenta que él no es creador sino criatura, una
parte de un contexto más grande y determinante que está por encima de su
voluntad. Sabe que vive pero no porque él lo quiso. El resultado de esta
percepción es una angustia existencial que lo atormenta, razón por la cual
necesita un mecanismo que le dé la calma para poder vivir. Ese mecanismo es la
creación de un mundo humano, hecho por él y para él.
Para ello recurre a la propia naturaleza e intenta adecuarla a los fines
que cree convenientes. Para realizar ese proceso cuenta con tres elementos: los
sentidos, la razón y la intuición. Mediante los sentidos se contacta directamente
con la naturaleza y se desplaza con eficiencia a través de ella; mediante la
razón la percibe en su mente y la organiza; y mediante la intuición aplica su
propia voluntad para interrelacionarse con ella.
De esto surgen tres tipos de intereses principales en el ser humano (me parece válido pues son intereses dentro de una estructura
universal integral en 3ra, 2da y 1ra personas):
- El conocer
a la naturaleza al margen de sí mismo. Objetivamente
- El
conocerla para adecuarse a ella. Intersubjetivamente
- El
conocerla para saber cómo actuar. Personal e
intuitivamente
De este modo el ser humano se enfrenta ante los fenómenos con tres tipos
de actitudes diferentes y emplea las tres para vivir. En el primer caso desea
conocer los fenómenos para poder manejarlos, en el segundo para poder adecuarse
a ellos y adaptarse, y en el tercero para descubrir qué voluntad los rige y de
ese modo saber cómo actuar ante ellos. Del primero surge el interés científico,
del segundo el ecovivencial y del tercero el espiritual.
Estas tres experiencias dan origen a su vez a tres tipos de filosofía:
la sensorial, la razonal y la intuitiva, las cuales generan a su vez tres
clases de estructuras de vida y de sociedad. Por lo tanto, existen sociedades
humanas basadas en filosofías sensoriales que priorizan la adaptación humana al
medio, filosofías razonales que lo hacen en la razón y la investigación de la
naturaleza como ocupación principal y filosofías intuitivas que dan mayor
importancia al conocimiento de las fuerzas no materiales que movilizan a la
naturaleza. (Me parece válido y las 3 fuerzas -o lo
sensorial, racional e intuitivo- conviven distinta pero inextricablemente).
De estas tres corrientes filosóficas surgen la mayoría de las formas de
organizar y de darle sentido al ser humano, y, a la vez, de las sociedades que
han existido hasta la fecha. Toda sociedad es, entonces, producto de una forma
de ver al ser humano en relación con su origen y destino.
La verdad
Una vez establecida una sociedad sobre una determinada clase de
filosofía (que prevalecería pero no de manera absoluta
y excluyente de las otras dos) todo
se organiza en torno a reafirmar este planteamiento. La forma cómo el ser
humano vive apunta siempre a darle la razón a la promesa fundacional y esto se
considera que es vivir por y para la verdad. Todo lo que el ser humano crea
para ello es lo que se conoce como cultura. Tanto las funciones básicas para la
subsistencia como las sociales o individuales está regidas por la promesa
fundacional y se orientan a que existen coherencia entre ellas y retroalimenten.
Por el contrario, todo aquello que vaya en contra de esa estructura es
considerada como lo falso, lo errado, lo equivocado, y es erradicado de la
sociedad. Creo que esta propuesta esta posición es
completamente válida en su propio ámbito pero asimismo parcialmente válida en
relación a una comprensión más integral; sería un construccionismo y
funcionalismo social. En la práctica se puede admitir varios grados de disenso
que también pueden tener un rol social adaptativo a nuevas condiciones.
Tipos de verdad
- Concordante.
Es aquella en la que existe una coincidencia entre lo que el ser humano
piensa y lo que aparentemente es. Responde al lenguaje y al llamado
sentido común. Básicamente lo que antes indiqué
como ‘verdad’ (encaje aproximado entre teoría y observación objetiva).
- Convencional.
La que por convención o tradición se acepta ciegamente sin que requiera
explicación. Básicamente una verdad
intersubjetiva, el acuerdo mutuo, el ámbito cultural indiqué como ‘justicia’.
- Sensorial.
Es la que tiene coincidencia con los sentidos. Podría
incluirse en la definición 1).
- Lógica. Es
aquella que se da en el mundo de la razón y de la lógica. Generalmente es parte del mundo mental en la explicación
coherente de experiencias físicas y conceptuales. Además de la deductiva
pueden haber otras formas lógicas o formas de explicación de sentido
coherente.
- Intuitiva.
Es la que se cree que existe por encima de los hechos, la razón y los
sentidos. Va más allá de lo que se conoce. Nos
informa correcta o incorrectamente de significados físicos (en conexión a
los sentidos físicos), de significados mentales (en conexión a los
sentidos mentales-racionales) y de significados principiales (en relación
a los sentidos causales de posibles organizaciones de significado dentro
de una ‘perspectiva’ u ontología-epistemología dualista).
Cómo se distribuye la verdad
Toda la estructura de la sociedad es un entramado social que procura se
coherente y cerrado, es decir, que nada escape a reafirmar el objetivo
principal del porqué existe una determinada sociedad. Tanto sus leyes como sus
costumbres y sus conocimientos son partes activas que tienen la misión de
decirle a los individuos que la integran que todo lo que él vive y conoce está
correcto y no puede haber algo mejor. De este modo la verdad transcurre y
circula a través de todo el entramado social por distintos caminos y de
diferente modo. En cambio, todo lo que la contradice, es calificado de falso. Sí en general pero las verdades totalizantes que incluyen y
reducen todos los ámbitos de la realidad a su perspectiva han sido
progresivamente cuestionados (la religión axial y medieval cuestionando la
indiferenciación-fusión vital-conceptual entre ser, tribu, naturaleza y cosas; la
ciencia moderna cuestionando la totalización mítico-teológica de la religión
axial y medieval; el posmodernismo cuestionando la certidumbre también rígida y
excluyente de la ciencia moderna).
Clases de verdad dentro de la
sociedad
- Religiosa.
Es una estructura que llena los espacios vacíos a los que ni los sentidos
ni la razón pueden acceder. Sin limitarnos a los
sentidos físicos (el ojo de la carne) ni a los sentidos de la mente (el
ojo de la razón), para mantener la coherencia en una estructura
interpretativa y ontológica ternaria podrían existir sentidos espirituales
(el ojo del espíritu, San Buenaventura). La ‘verdad’ religiosa (de la fe y
la revelación) puede estar respaldada por la razón y los datos de los
sentidos físicos.
- Legal. Es
toda la normativa que surge a través de la historia de un pueblo. El muy necesario acuerdo de normas intersubjetivas
implícitas y explícitas tanto en un pueblo y-o sociedad humana como animal
y en los demás ‘reinos’ y niveles organizativos de la naturaleza.
- Artística.
Es aquella que está basada en las leyes de la estética y la imaginación. La “Belleza” en la trilogía del Bien, la Verdad y la
Belleza.
- Científica.
Es la que se basa en el conocimiento de los fenómenos.
- Social. Es
el convencionalismo aceptado a lo largo de la historia que viene a ser la
acumulación de normas y criterios que dan firmeza a la sociedad. Hábitos institucionalizados que forman estructuras
relativamente estables y permanentes.
El poder
Es la autoridad que surge de
la cesión que los individuos hacen de parte de su libertad y voluntad a otros
en vías a que se vele por la reafirmación de la promesa fundacional que dio
origen a la sociedad.
De esto se deduce que le poder no es adquirido por propia voluntad sino
que se recibe por consenso de la mayoría. La función principal del poder es
hacer prevalecer la verdad que reafirma los principios fundacionales de toda
sociedad. Los límites del poder son, entonces, el cumplimiento del mandato
popular. Si los que detentan el poder no lo cumplen son sustituidos. Necesita el aval de un grupo que pueda forzar a los demás a
someterse. Este grupo de apoyo puede ser un
sistema institucionalizado de larga data (como las fuerzas armadas). El
‘poder’ y ese grupo puede o no representar adecuadamente la voluntad popular o
múltiples, aproximadamente convergentes voluntades populares. El ‘poder’ que
ciertos actores ejercen puede dirigir a un conjunto social (incompleto pero
constituido de actores que por tener menos poder actúan como partes) hacia una
acción que afecta al conjunto relacionándolo (como una parte) a un conjunto social
aún más inclusivo.
Clases de poder
Los diferentes planos que tiene toda sociedad contienen diversos tipos
de autoridad. Cada autoridad tiene el compromiso de velar porque se cumpla con
el fin principal y existe una permanente correlación y evaluación entre éstas. Creo que es básicamente correcto pero el ‘fin principal’ y
los roles claros en las sociedades de mercado cada vez más complejas,
interconectadas, individualistas y menos diferenciadas son cada día menos
definidos. Para no caer en un caos anárquico disfuncional y destructivo habrá
que superar los cuestionamientos posmodernos de ‘la razón contra la razón’. Las
autoridades que en líneas generales cubren la mayoría de los aspectos de la
vida en sociedad son:
- Autoridad
familiar
- Autoridad
formativa
- Autoridad
laboral
- Autoridad
espiritual
- Autoridad
científica
- Autoridad
política
La más importante de todas las autoridades es la política, pues es la
que tiene la facultad de fiscalizar o modificar a todas las demás. La autoridad política
en la época moderna se basaría en asumir la primacía antropocéntrica humanista.
Antes podría haber sido lo que el Gran Espíritu que asigna roles igualmente
válidos a todos los seres animados (incluyendo animales, plantas, ancestros,
espíritus del diversos del mundo ‘natural’ incluyendo lo que luego de Descartes
se establece más claramente como “cosas”). También podría haber sido un dios
principal (henoteísmo) interpretado por sacerdotes del culto o el único Dios
supremo (monoteísmo) creador y sustento del orden universal representado en la
tierra por el “rey”.
Mecanismos del poder
Es todo aquello a lo que la autoridad está obligada a accionar para que
se cumpla el mandato conferido. Básicamente sería un
‘mandato’ implícito progresivamente menos claro de preservar la continuidad del
orden, las prácticas y las normas estructuradas que principalmente sustentan los
actores o poderes políticos dominantes con los que generalmente las
‘autoridades’ están implícita y explícitamente asociadas. Los mecanismos de
poder satisfacen necesidades naturales, identidades sociales y premisas epistemológicas
construidas y de las cuales no siempre somos conscientes; reconstruyéndolas
constantemente por medio de procesos micro sociológicos de socialización y de
control al interior de los “planos” o instituciones sociales mencionadas, normando el quehacer vital (laboral,
afectivo, identitario, lúdico y otros) de los individuos y la continua
generación y distribución de valores. Esto
significa que tiene que fomentar acciones que reafirmen la razón de ser de la
sociedad y fiscalizar y reprimir aquellas que se desvíen de su objetivo. Básicamente sí. Soy de la opinión que, por lo general, ante
la incertidumbre frente a lo desconocido y ante los mensajes implícitos de las
autoridades políticas mayores (respecto a no cuestionar el orden), los procesos
micro sociales tienden a mantener y reestructurar las normas, prácticas,
instituciones y valores ya conocidos. Basándonos en estudios de la sicología
del desarrollo esto se debería a que –aún en sociedades modernas- la mayoría de
las personas se identificarían de forma mítica-etnocéntrica con los valores o
expectativas ortodoxas de su grupo político fundamental y, mientras la necesidad
funcional de cambio sea inconscientemente percibida como inferior a la
necesidad funcional de estabilidad, las voces progresistas, rebeldes,
revolucionarias, evolucionarias y discordantes permanecerían de latentes como
opciones. Estos mecanismos se pueden dividir en:
- Físicos.
Todo lo que requiera la intervención de la fuerza física para controlar el
peligro de hechos que atenten contra los principios fundamentales de la
sociedad. Aquí se encuentran desde la policía hasta las fuerzas armadas.
- Mentales.
Aquellos que apuntan a controlar la mente de los individuos de la
sociedad, reafirmándoles el objetivo principal —la verdad— y negando todo
aquello que vaya en su contra.
- Espirituales.
Los que procuran sensibilizar a los individuos para que acepten a su
sociedad no solo mediante las razones sino también mediante las emociones
más elevadas. Sin necesariamente dispensar de la
promoción de emociones polarizantes relacionadas a la supresión,
represión, condena y hasta a la
deshumanización de quienes ostentan opiniones contrarias.
Los mecanismos de tratamiento
de los fenómenos paranormales
Los fenómenos paranormales son aquellos que son percibidos por diversos
individuos que no encajan dentro del conocimiento y la verdad (ortodoxa) establecida como correcta dentro de una
sociedad. Tomando en cuenta la función del poder, no necesariamente lo que es
real tiene que coincidir con lo que una sociedad se plantea como verdad. Me parece válido pero, especificando un poco más, la función
del poder político principal tiene que coincidir con lo que la una sociedad se
plantea ortodoxamente como una verdad intersubjetivamente aceptada. La
realidad ante el ser humano aún sigue siendo en gran parte desconocida, por más
que se sepa algo de ella. Entonces, en vista que el ser humano no puede esperar
a conocerla toda (en caso ese sea su principal objetivo), no le queda más
remedio que conformarse con lo que conoce aunque sea poco. Creo que es un comentario correcto y no solo tenemos verdades
parciales que pueden ampliarse o decaer hacia el olvido sino que sin un
pensamiento integral tratamos de REDUCIR todos los aspectos de la realidad y
experiencia a una manera preferida de descubrirla e interpretarla. Esto
lleva necesariamente a considerar que siempre se producirán vacíos en este
conocimiento que es parcial. Esos vacíos —los fenómenos paranormales— en la
medida que afectan a la estructura social por el simple hecho de no estar
estructurados correctamente, tienen que ser llenados de alguna forma (correcto), y lo son a través de los siguientes
mecanismos de tratamiento de los fenómenos paranormales:
- El tabú. Son acontecimientos o pensamientos
que el poder considera que no deben ser tocados y ni siquiera planteados
como existentes. Según Alexander Wendt, basándose en Giorgio Agamben y otros para
el caso de los OVNIS, el “soberano”
(gobernante) no puede decidir un “estado de excepción” en favor de la simple
posibilidad racional que algunos
de ellos sean de origen extraterrestre puesto que contradeciría el antropocentrismo que es uno de los principios clave sobre
el cual las sociedades modernas se fundamentan. La contradicción interna y
tensión mental inconsciente lo inhabilitarían por lo que estos OVNIS
quedarían como objetos que causan efectos físicos pero que no se
reconocen. Pienso que para superar esta etapa frente a una acumulación de evidencias
cada día más innegables hay que ampliar el concepto de “soberanía” y extenderlo a no humanos
con consciencia e inteligencia.
- La negación. La autoridad, quien tiene siempre la
última palabra en todo, posee la capacidad de dar existencia real o no a
aquello que afecta a la sociedad. El simple
comentario de una “autoridad” científica o política (respetada por sus
contribuciones en otros aspecto de la vida) emitiendo una opinión directa
o casual que lo paranormal es una “tontería” basta para desanimar a muchos
deseosos de participar en una élite asociada a las estructuras de poder
ortodoxas.
- La reinterpretación. Los sucesos que no encajan en ninguna
de las estructuras conocidas de la sociedad son explicados por la
autoridad de una forma tal que puedan tener algún sentido o razón, siendo
ello suficiente para satisfacer la intriga sobre su existencia. Una explicación convencional aunque sea objetiva y
conceptualmente insuficiente y hasta falaz para explicar un evento
paranormal en particular o en su conjunto puede servir para sosegar la
curiosidad y el interés de un gran porcentaje de individuos respecto a tal
evento, sobre todo si si aprecian a sí mismos como “racionales” y no han
investigado a fondo los pormenores. Si una vez se hizo un truco la mejor
explicación para eventos similares es (semi racional y semi
científicamente) asumir que todos son… trucos.
- La incorporación. Si los acontecimientos en cuestión no
se distancian de aquello que la autoridad considera que la sociedad puede
tolerar se los hace formar parte de algún sistema manejable o conocido,
con lo que se vuelven inofensivos. Aunque algunos
OVNIS podrían lógicamente ser extraterrestres (debido a su comportamiento,
efectos físicos, interacción con testigos creíbles y otras
características) mejor agrupémoslos
en la amplia categoría de lo “anómalo” para seguir manejándonos con
premisas clásicas y pre clásicas dentro de la comodidad de nuestro
contexto social. Ya que dentro de la categoría de lo “anómalo” se puede al menos
explicarse una parte con elementos conceptuales
conocidos (más irracional que racionalmente) podemos hacernos de la
opinión que lo que aún permanece fuera del contexto de lo conocido podría
ser algún día digerido o asimilado.
- La misterización. La autoridad ni los niega ni los
admite, sino que los coloca en suspensión de juicio y se reconoce que
existen cosas que no tienen aún una explicación convincente pero que algún
día sí lo tendrán. Creo que la “misterización” y
los cuatro mecanismos anteriores son válidos (sobre todo en sociedades de
pensamiento pre-integral) y que se relacionan y refuerzan mutuamente.
*Luis Enrique Alvizuri García-Naranjo.
Ha publicado ensayos filosóficos como Andinia
la resurgencia de las naciones andinas y El modelo de desarrollo andino entre otros, así como poemarios y
discos con sus propias composiciones. Ha sido ponente central en el “I Congreso
Regional de Filosofía del Norte” en la universidad Pedro Ruiz Gallo de Chiclayo
(2006), ponente en el “IX Congreso Nacional de Filosofía en la Universidad
Nacional San Agustín de Arequipa” (2008), ponente central en el “Ciclo de conferencias
sobre Pensamiento Filosófico Precolombino” realizado en la Casa de la Cultura
de España (2006), y es miembro del cenáculo filosófico “La serpiente de oro” de
Miraflores. Asimismo es fundador y presidente de la Sociedad Internacional de
Filosofía Andina (SIFANDINA), institución dedicada a la investigación y
difusión del pensamiento filosófico andino. sifandina@yahoo.com
http://filosofiandina.blogspot.com/