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Sunday, August 27, 2017

Geometrías Entre Realidades

Geometrías Entre Realidades
Por Giorgio Piacenza

Después de escuchar a un amigo contactado (Ricardo González) acerca de trabajar con la visualización de un teseracto (hipercubo) para manifestar la intención, mientras se trabaja en un esfuerzo grupal coherente con niveles más profundos de la mente (diría yo con el subconsciente y con regiones inconscientes transpersonales y espirituales), investigué sobre geometría y encontré una relación con aquello que el Dr. Nassim Haramein explica acerca del "Vector de Equilibrio" que también se haya inscrito y conectado al interior de la matriz de 64 tetrahedros.

El Vector de Equilibrio se puede extender fractalmente de forma infinita en lo que se llama una “Matriz Vectorial Isotrópica”. Pero cuando el Vector de Equilibrio se extiende fractalmente solo un nivel se forma una figura con 32 tetrahedros apuntando hacia afuera y 32 tetrahedros apuntando hacia adentro. Así se forma la figura geométrica de 64 tetrahedros que puede representar el equilibrio de fuerzas en el punto cero de energía o vacío cuántico.

El “vacío cuántico” se asemeja a un “vacío” porque las fuerzas se hayan en equilibrio y no en vectores. Al estar en equilibrio (según esta teoría de Haramein) gracias al Vector de Equilibrio y a la forma de 64 tetrahedros parece que no hubiera nada o que estuviera vacío.

El Vector de Equilibrio sería una forma geométrica fundamental que se combina con la cuadrícula o forma de 64 tetrahedros manteniendo en equilibrio y simetría las fuerzas multidireccionales en la energía de punto cero o vacío cuántico. Ese equilibrio bajo una forma fractal permitiría servir de enlace o puente entre la realidad mental, astral, sutil y la realidad física. También conectaría energéticamente e informativamente a todo el universo físico de una manera fractal en la cual los toroides como vórtices circulan información y energía de forma continua entrando y saliendo (con energía, configuraciones e información) de la manifestación física.  Interesantemente, cuando a la figura geométrica de 64 tetrahedros se le dibuja círculos alrededor de las intersecciones de los 64 tetrahedros, se produce la figura llamada “la Flor de la Vida”.

El Vector de Equilibrio tiene un aspecto estructural estático estable y un aspecto flexible que puede darle movimiento. Tiene 8 caras triangulares que son estructuralmente estáticas y tiene 6 caras de cuatro lados que son inherentemente inestables y pueden darle movimiento. Las 8 caras triangulares son simétricas a las caras del octaedro y las 6 caras cuadradas son simétricas a las caras del cubo. Por eso, el Vector de Equilibrio también puede conocerse como un “Cubo Octahedro”.

Además, el “Dodecaedro Rómbico” (formado por caras en forma de diamante) se haya inscrito en el “Vector de Equilibrio” o  "Cubo Octaedro" y cada punta del Dodecaedro Rómbico apunta a una cara del Vector de Equilibrio o Cubo Octahedro y ambas formas geométricas se complementan entre sí. Pero el Dodecaedro Rómbico no sólo se haya inscrito en el Vector de Equilibrio o Cubo Octaedro sino que también es la "sombra" o proyección geométrica en 3D del Hipercubo o Teseracto en 4D.

En todos estos casos aún estamos hablando solo de "dimensiones espaciales" y estas dimensiones no deben confundirse con realidades físicas y realidades no físicas. 

Técnicamente hablando "dimensión" no es sinónimo de "realidad", plano de existencia o algo así. “Dimensión” es un parámetro necesario (que ofrece restricciones y posibilidades) dentro de un sistema de realidad físico aunque es concebible que otros planos de existencia no físicos tengan parámetros dimensionales distintos.
Según los mensajes recibidos por otro amigo contactado (Luis Fernando Mostajo), habría un “dodecaedro” en el centro de la Tierra. No sé si se refiere a un “dodecaedro rómbico”  pero, interesantemente, el "doble geométrico” del dodecaedro rómbico es el Cubo Octaedro y este  es la "sombra" o la proyección dimensional inferior en 3D del teseracto o hipercubo en 4D. La situación es análoga a cómo un hexágono en 2D es la sombra de un cubo en 3D.

Entonces, ¿el doble geométrico del supuesto dodecaedro en el centro de la Tierra sería la sombra en 3D de un teseracto en 4D?

Tal vez los nodos donde las líneas se cruzan en un teseracto en 4D corresponden (en proyecciones espaciales 3D) a algunos de los llamados "puntos de poder" de la Tierra. Estos nodos también apuntarían a las caras de una forma en 5D que no sólo se relacionaría con materia y energía, pero también con información según la teoría física de Burkhardt Heim (señalada por el Sr. James Fellow). La teoría de Heim propone dimensiones espaciales específicas para la materia concreta, para los niveles de energía y para la información.

Visualizando un teseracto de manera específica en puntos específicos de la Tierra y con coherencia grupal podría ser un medio para que la conciencia acceda a un nivel de información no físico que, a su vez, se conectaría – a través de las estructuras conectivas del vacío cuántico -  con el nivel físico concreto.

Los contactados Ricardo González y - antes de él – Vlado Kapetanovic hablaron del “Minius”, como la primera partícula después de la nada. De existir podría ser la primera partícula que transmite movimiento e información en el primer nivel fractal práctico del vacío cuántico y podría ser influido por la intención ya que el plano mental se hallaría adyacente al vacío cuántico.  Como sugieren los mensajes apunianos (a través del contactado y ‘antena’ Ricardo González) el hipercubo podría usarse para canalizar o potenciar la energía de la intención y la actividad de los minius. Primero porque el hipercubo (que se conecta con las formas del vacío cuántico anteriormente descritas) puede visualizarse aproximadamente.

¿Acaso podríamos estar recibiendo o tomando conciencia de los primeros pasos para usar geometrías que permitan conexiones de vórtices físicos-cuánticos- astrales situados entre realidades físicas y no físicas? Es decir, ¿potenciando la conexión entre el reino mental y el reino físico? ¿Los primeros pasos para utilizar nuestras capacidades creativas?

Referencias:

“Vector Equilibrium and Isotropic Vector Matrix” http://cosmometry.net/vector-equilibrium-&-isotropic-vector-matrix

Jason Martineau & Miranda Lundi (2010). “Quadrivium: The Four Classical Liberal Arts of Number, Geometry, Music, & Cosmology (Wooden Books)” London: Walker Books.


Ricardo Gonzalez (2016) “Crónicas de Apu (parte II)” http://www.legadocosmico.com/articulo.php?page=cronicas-de-apu-parte-ii

Sunday, September 6, 2015

La Iglesia Católica y los Extraterrestres: Aproximaciones Teológicas y ¿Se Oculta la Verdad?

La Iglesia Católica y los Extraterrestres

Por Giorgio Piacenza

Primera Parte: Aproximaciones Teológicas




Revisemos – aunque sea someramente – parte del pensamiento teológico que se ha acumulado gradualmente en la Iglesia Católica respecto a la vida extraterrestre, un pensamiento en evolución que realmente sería necesario valorar filosóficamente en caso que realmente se constatase de forma pública la existencia de esta vida, en especial si esta fuese “inteligente” y se revelase de forma fehaciente a la humanidad gracias a la astrobiología, a la ovnilogía, a la exopolítica o a… ella misma.


Aunque el profesor emérito de teología sistemática Ted Peters no se remite exclusivamente al catolicismo, sus estudios deben ser tomados en cuenta porque reflejarían cómo podrían responder las principales (y menos extremistas) instituciones religiosas, incluyendo la institución católica apostólica y romana. Ted Peters, catedrático de la Unión Teológica de Graduados (Graduate Theological Union), descubrió por medio de su original encuesta que los líderes de la mayoría de las instituciones religiosas se sentían cómodos y seguros frente a la posibilidad de descubrir vida extraterrestre inteligente.


Particularmente, me inclino a pensar que también la mayoría de los líderes intelectuales dentro de la curia del Vaticano y de la Iglesia Católica en general se sentirían igual debido – entre otras cosas - a la incorporación de la hermenéutica en la interpretación teológica y doctrinal y (sumada a una amplia exégesis) de los libros de la Biblia.


Asimismo, muchas religiones tradicionales y moderadas judeo cristianas contarían con los medios intelectuales para adaptar sus interpretaciones doctrinales a la revelación de una presencia extraterrestre. La creatividad de Dios no estaría reducida al Planeta Tierra en la vasta inmensidad del cosmos.


Vease la explicación que Ted Peters (autor de “UFOs: God’s Chariots?”) ofrece sobre su estudio en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=4Vy9y3-jW7I


Quizás en el trabajo de Ted Peters no se consideraron claramente algunas de las implicancias más provocativas respecto a una posible presencia extraterrestre en el pasado histórico y pre histórico terrestre. ¿Se podrían también adaptar y complejificar las doctrinas religiosas si se descubriese que seres extraterrestres inteligentes modificaron el código genético humano?


¿Sería este un reto superior al planteamiento de la evolución natural de las especies? Pienso que sí pero opino que a la postre el reto también sería superable siempre y cuando conceptos como “Dios”, “intervención divina” y “salvación” permanezcan fuera de las posibilidades de los extraterrestres, lo cual debería ser así ya que ellos (por más avanzados que fuesen) serían seres dependientes, contingentes, imperfectos y relativos. Hay que recordar que los extraterrestres también serían seres creados y/o existencialmente sostenidos por Dios y que no pueden reemplazarlo.


Cuando, durante un simposio de astrobiología en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos (un simposio titulado ”Preparándose para el Descubrimiento:  Una Aproximación Racional al Impacto de Hallar Vida Inteligente, Compleja o Microbiana Más Allá de la Tierra”), algunos exopolíticos sospechábamos que la Iglesia Católica estaba a punto de revelar algo importante. Por ello durante el simposio pregunté personalmente al hermano Guy Consolmagno (astrónomo del Observatorio Vaticano, curador de la colección de meteoritos del Vaticano y autor de la obra “Would you Baptize an Extraterrestrial?” [¿Bautizarías a un Extraterrestre?]) si es que él estaba al tanto de la posibilidad que la iglesia se estuviese preparando para descubrir vida extraterrestre o quizás para revelar conocimientos sobre contactos extraterrestres ocurriendo en la actualidad. Él me contestó que no era así por lo que él sabía y que, a juzgar por algunas interacciones directas con el Sumo Pontífice, presumía que el Papa no se hallaba particularmente interesado en estos temas. Consolmagno tampoco parecía interesado en las investigaciones ovnilógicas ni en tratar el tema extraterrestre fuera de sus estudios astronómicos, astrobiológicos y teológicos formales.


Estas respuestas (además de similar enfoque de parte de otros teólogos y filósofos durante el simposio) resultaron ser algo así como un “baldazo de agua fría”. Teníamos la esperanza de algo más, en especial proviniendo de uno de los científicos astrónomos cercanos al Vaticano, de alguien que recientemente se había hecho notorio por afirmar que, si un ser inteligente racional no humano pidiese ser bautizado, él lo haría.


Pero es que aunque no sabemos que puede realmente estar pasando, hay sospechas y muchos teóricos de la conspiración (incluido ovnílogos y exopolíticos) dan por descontado que “la iglesia” oculta la presencia extraterrestre y que, si alguien como el hermano Consolmagno habla sobre un aspecto de ello (el bautizo de extraterrestres), esto solo sería posible porque se le ha permitido bajo un plan concertado de posicionar culturalmente a la iglesia antes de una gran revelación,  un plan para posicionarse en el mundo en caso que ellos u otra autoridad creíble (o quizás los extraterrestres mismos) revelen la realidad de tal presencia (que además podría ser de larga data histórica).


Hay que entender que desde hace siglos la Iglesia Católica pasa por un proceso de aceptación y adecuación a las ciencias naturales y, desde el anterior simposio de astrobiología (Una Semana de Estudios de Astrobiología) organizado dentro del mismo Vaticano por la Academia Pontificia de las Ciencias en 2009, pienso que no cabe duda que podría fácilmente aceptar y adecuarse a la vida extraterrestre, principalmente si se descubriese por medios científicos convencionales. Lo que sí se puede asumir razonablemente es que existen algunas voces convencionales dentro de la iglesia que estarían preparando el terreno para tal descubrimiento.


El Papa Francisco I también parece compartir la idea acerca de la viabilidad de bautizar a un ser extraterrestre si se dieran las condiciones básicas expuestas por Consolmagno (un ser razonante que desee ser bautizado)Pero debemos tener en cuenta que ya en parte estas ideas no son originales y que fueron tratadas y postuladas por teólogos católicos en el pasado y aunque recientes declaraciones (más acordes con un deseo actual de trabajar sin negar ni a la razón ni a la ciencia) llamen la atención. Aunque son declaraciones importantes, no constituyen un “nuevo concepto” sorprendente que rompa con la tradición. Más bien serían la feligresía, algunos archiconservadores y algunos críticos acérrimos de la iglesia quienes parecen ignorar (o querer ignorar) esta situación que ha superado con creces la previa y consabida intolerancia... “galileísta” con la que en el imaginario popular quedó marcado respecto a la conducta de la Iglesia Católica.

Sírvase visitar el siguiente enlace:


Es también de conocimiento público que el Padre Gabriel Funes, astrónomo principal del Observatorio Vaticano, también acepta la posibilidad que exista vida extraterrestre, aunque – al indagar su postura científica con más cuidado - no parece creer que el descubrimiento de la misma se dé pronto. Funes además sostiene una posición teológica que afirma que la reencarnación de Cristo en la Tierra fue un evento único y válido para todo el universo.


Después de una breve investigación, descubrí que considerar el tema extraterrestre – aunque no es muy frecuente - no es algo nuevo. El Padre Karl Rahner, teólogo influyente de la Iglesia Católica, emplea el término “Habitantes de las Estrellas”, admitiendo la posibilidad de otras historias de salvación y múltiples reencarnaciones de La Palabra o Logos.


Theodore Hesburgh, quien fue presidente de la Universidad de Notre Dame enfatiza que como lo que más refleja a Dios es la libertad y la inteligencia por sobre las características de la materia, entonces podemos asumir que ha creado algo más que abundante materia, en otras palabras, a otros seres provistos de inteligencia en el universo. También, el sacerdote Hans Kung, influyente teólogo de la Iglesia Católica, también escribió que se debía conceder la posibilidad de que exista otra vida inteligente en el Universo.


Guillaume de Vaurouillon, escolástico franciscano del Siglo XV propuso que el sacrificio de Jesucristo tuvo un valor universal, siempre y cuando existan otros seres inteligentes y racionales en el cosmos. También postuló (en oposición a Tomás de Aquino) que Dios podría haber creado una infinidad de mundos más perfectos que el nuestro.


El fraile dominico y teólogo Thomas O’Meara considera en sus obras tituladas  "Vast Universe" (Vasto Universo) y "Christian Theology and Extraterrestrial Life" (Teología Cristiana y Vida Extraterrestre) que Tomás de Aquino dejó la puerta abierta a la posibilidad de que una de las Personas de la Santa Trinidad hará extensiva la salvación a otros seres inteligentes en el cosmos y que no deberíamos limitar lo que el Divino puede o no puede hacer, incluyendo la posibilidad de otra reencarnación divina posterior.


En el siguiente enlace puede encontrar la obra de O’Meara "Christian Theology and Extraterrestrial Life"http://cdn.theologicalstudies.net/60/60.1/60.1.1.pdf

En la Edad Media, el fraile dominico Tommaso Campanella dijo que las civilizaciones extraterrestres no habían cometido el “pecado original”, sino otro tipo de pecado más acorde a ellos. Tommaso y el fraile dominico Giordano Bruno fueron algunos de los que propusieron el concepto de la “pluralidad de los mundos”.


El padre jesuita Domenico Grasso, teólogo en la Universidad Pontificia de Roma, declaró: “¿Por qué toda la perfección que vastamente concedió Dios al universo estaría escondida sin declarar Su gloria? ¿Quién escribe un libro que nunca va a ser leído?” Además, mencionó al teólogo alemán y padre dominico Joseph Pohle, quien en 1904 escribiera la obra Celestial Worlds and their Inhabitants (Los Mundos Celestiales y sus Habitantes), donde señala: “Parece que el propósito del universo es que sus cuerpos celestiales sean habitados por seres que reflejen la Gloria de Dios en la belleza de sus cuerpos y mundos, tal y como lo hace el hombre de forma limitada en su mundo”. Grasso comenta al respecto añadiendo: “pero estos no son ángeles, ya que los ángeles son seres espirituales puros y sólo pueden percibir la materia indirectamente, tal y como nosotros sólo podemos percibir el mundo de los espíritus indirectamente”.

El astrónomo jesuita Angelo Secchi preguntó a mitad del siglo XIX si sería posible que Dios hubiese poblado solo un minúsculo rincón del cosmos con seres espirituales. Y respondió que eso sería absurdo y que muchos otros mundos por fuerza estarían poblados por seres capaces de reconocer y amar a su Creador. 

El erudito Padre Januarius de Concilio señaló en su libro Harmony Between Science and Revelation” (Armonía entre la Ciencia y la Revelación) que los seres extraterrestres son criaturas “con sustancias inteligentes unidas a una especie de cuerpo”. También argumentó (como el Monseñor Corrado Balducci) que podrían ser inteligencias que se ubican entre los seres humanos y los ángeles. Yo estimo que algunos podrían parcialmente ubicarse ahí (en algunos aspectos) pero no necesariamente todos.

El Padre Theodore Zebek escribió un artículo titulado "Theological Questions on Space Creatures" (Preguntas Teológicas sobre las Criaturas Espaciales) y publicado en la “American Ecclesiastical Review” (Revista Eclesiástica Estadounidense), donde afirma que los seres extraterrestres mencionados en las Sagradas Escrituras no están prohibidos por éstas.

El Decano de la Facultad de Teología Sagrada de la Universidad Católica (en Washington, D.C., Estados Unidos), el Padre Francis J. Connell publicó un ensayo titulado "Flying Saucers and Theology" (Los Platillos Voladores y la Teología), donde escribió: “Es bueno para los católicos saber que los principios de su fe son totalmente compatibles con las posibilidades más increíbles acerca de la vida en otros planetas”.

Sor Ilia Delio, monja franciscana, teóloga y científica, acepta la probable presencia extraterrestre en el cosmos e intenta reconciliar este hecho con la ciencia y la fe al crear una nueva cosmología llamada “EXOCRISTOLOGÍA”. Sírvase leer "Christ and Extraterrestrial Life" (Cristo y la Vida Extraterrestre) en el siguiente enlace: http://www.michaelsheiser.com/UFOReligions/Christ%20and%20ET%20Life.pdf
y vea el siguiente video en inglés titulado "The Christian Life in Evolution" (La Vida Cristiana en la Evolución): https://www.youtube.com/watch?v=CDRvaqUjJkI

El abogado Daniel Sheehan quien fuera Consejero General de la Orden Jesuita en los Estados Unidos desde 1975 a 1977, recientemente predijo que el Vaticano revelaría conocimiento de la presencia extraterrestre después de la publicación de la encíclica “Laudato Si’” del Papa Francisco la cual se enfoca en proteger las formas de vida de la Tierra y la ecología así como condenar el capitalismo abusivo y excesivo. Su predicción se malinterpretó y se entendió como que él sabía a ciencia cierta que el Papa revelaría la presencia extraterrestre en junio del 2015.

Sheehan menciona en algunas conferencias que aún como consejero de la Orden Jesuita en los Estados Unidos se le reusó acceso a la información OVNI y/o extraterrestre en la Biblioteca del Vaticano. 


También se confundió esta predicción personal con su mención del “llamado” teológico y científico general de la Orden Jesuita a prepararse para el probable descubrimiento de vida fuera de la Tierra (siendo esta una de las razones por las cuales la conferencia de astrobiología del 2009 fuera organizada por la Academia Pontificia de las Ciencias y el Observatorio Vaticano). En el siguiente enlace, podrá encontrar una interesante conferencia del abogado Daniel Sheehan sobre su participación en materia ovni y los temas ya mencionados: https://www.youtube.com/watch?v=B4O55wKY-xg

No sé si alguien en la jerarquía de la Iglesia Católica sepa o estudie sobre alienígenas tipo humanos, pero lo dudo. Quizá George Adamski pudo reunirse con el Papa Juan XXII tal como lo declaró en 1963 y quizás este papa tuvo un encuentro con extraterrestres parecidos al hombre como se dice que el secretario personal del Papa, Loris Francesco Capovilla, rememoró en alguna ocasión, pero no cuento con la fuente original de esta última información.


Lo interesante es que el concepto de “ángel” como “mensajero” es ampliable a seres físicos. En cierto modo todos podemos actuar como ángeles según las circunstancias. Quizá algunos teólogos considerarían que los “ángeles” que supuestamente Abraham encontró fueron extraterrestres de carne y hueso parecidos al ser humano y no “espíritus puros”; no lo sé, pero realmente eso espero  ya que (no solo debido a su similitud sino al comportamiento descrito por varios contactados) muchos extraterrestres parecidos a nosotros (empero no necesariamente todos) podrían ser buenos amigos de la familia humana terrestre.


Tanto en la teología católica como en la de otras religiones monoteístas, la creación del ser humano es considerada un evento único y en la tradición católica, ésta merece “la salvación” del Único Hijo Engendrado de Dios. Pero, ¿cuál es el significado profundo de la “salvación”? y ¿Hasta dónde pueden llegar nuestras interpretaciones? 

Todos los extraterrestres inteligerntes han sufrido "la caída" o solo algunos de ellos y, de ser así, tendrá cada grupo de ellos un redentor equivalente a Jesús el Cristo en la Tierra o será nuestro Jesús el Cristo manifiesto en la Tierra su redentor?

Si se descubriera vida extraterrestre inteligente ya sea a través de la astrobiología, los contactos directos de personas o grupos, la revelación o que “ellos” (los extraterrestres) mismos se den a conocer, tanto la teología como la doctrina tendrán que amoldarse a dicha realidad. Al hacer esto, se llegará a un punto medio integrativo con otras ideas esenciales de otras ideologías y doctrinas religiosas de la Tierra. Sobrevendría una nueva y necesaria (pero más radical) ampliación interpretativa de todas estas doctrinas para hallarse pautas comunes a nivel planetario ante una realidad extra planetaria.

NO creo que “Jesús fuera un extraterrestre” o que “los extraterrestres vayan a reemplazar a Dios”, pero tampoco acepto fácilmente las declaraciones generales (que son igualmente superficiales) sobre las implicancias teológicas destructivas que pudiera tener el descubrimiento de vida extraterrestre y, en particular, el descubrir vida extraterrestre inteligente, racional y tecnológica (sin importar cuán avanzados sean en comparación a nosotros). En cambio creo que es necesario reflexionar más profunda y cuidadosamente. No es conveniente re huir estos temas pero tampoco tratarlos de forma simplista.

En lo que coincido con muchos teólogos es que los artículos de fe no serán tirados a la basura. Por el contrario, ellos se expandirán y madurarán para incluir el descubrimiento de la vida extraterrestre inteligente y racional y de otras formas de vida en general (¿un “segundo génesis” incluso si no se tratara de vida consciente, racional y tecnológicamente competente?).

Digamos que los extraterrestres hayan intervenido en nuestro pasado genético, incluso entonces, eso no significaría que reemplazan a Dios, que Dios no exista o que la Creación o la existencia dependiente de dios no haya sucedido, ya que como seres existentes, los primeros actúan “en el tiempo” y el Ser supremo “fuera del tiempo”, o mejor dicho como "sub specie aeternitatis(bajo la categoría de eternidad); entonces, metafísicamente hablando, Dios habría creado y sigue creando continuamente, así como lo podemos concebir bajo de nuestra perspectiva dentro del tiempo.

Dios también habría creado a los extraterrestres que podrían ser capaces de elegir, de equivocarse o “pecar” (errar y distanciarse de su relación con Dios) bajo distintos grados de gravedad (cometiendo errores espirituales), por lo tanto, podrían pensar y actuar de forma que fortalezcan o debiliten su cercanía a Dios. Definitivamente no serían perfectos y algunos estarían más cerca de las enseñanzas de Dios que otros, pero lógicamente, todos serían realmente nuestros hermanos como seres inteligentes originados por la misma Fuente y seres cuya existencia depende del Absoluto (el origen común).


No obstante, lo que debemos considerar, desde una perspectiva católica, es tratar de entender si el “pecado original” (más allá de una interpretación literal) sólo se aplicaría a los humanos terrestres o a todos los otros tipos de “humanos” en el cosmos (entendiéndose por “humanos” a seres capaces de libres decisiones racionales) y más aún, si El Hijo de Dios sólo se manifiesta en toda la infinidad del cosmos como Jesucristo en la Tierra o si no debemos limitar lo que El Hijo de Dios/Logos (o cualquier persona de la Trinidad) puede hacer, ya que El Hijo de Dios/Logos podría manifestarse o encarnarse a través de la forma física de otro ser de raciocinio limitado como de un profeta u otro maestro espiritual (con forma humana o incluso no humana), según sea necesario para la salvación espiritual de otras civilizaciones planetarias específicas. 

Dicho de otro modo, ¿habrán otras civilizaciones en el cosmos que habrían ‘pecado’ en mayor o menor grado y que necesiten un profeta de su propia especie biológica e historia en el cual “encarne” el Logos para su salvación espiritual? 

Habría que distinguir entre la Segunda Persona de la Trinidad y el ser contingente con el cual se relaciona en cada planeta o civilización y vislumbrar si cada encarnación del Logos puede ser entendida como el mismo evento salvífico aunque ocurra a través de distintas personas finitas. Habría que entender cómo puede este evento entenderse bajo las perspectivas de religiones no cristianas y entenderlo de manera suficientemente ecuménica y universal y aplicable a nivel planetario y extra planetario, tratando de superar (de forma integrativa bajo principios comunes) aparentes incompatibilidades irreconciliables.

Al leer las posiciones de diversos teólogos como aquellos ya mencionados, creo que dentro del cristianismo, si es que “el Vaticano”, otra institución importante, eventos mundiales o alguna persona de renombre mundial revelara la presencia extraterrestre, el concepto de la singularidad del ser humano, el del pecado original y el del rol de la “salvación” de Jesucristo deberán evolucionar, incluyendo las máximas profundidades místicas de sus dogmas y complejidad de estas para poder incluir a los extraterrestres dentro de las mismas, luego de identificar que estos no son simplemente “espíritus puros” buenos o malos y que no todos son iguales. Curiosamente en términos técnicos, ALGUNOS “ángeles” o “mensajeros” pueden presentarse físicamente en carne y hueso, entonces podrían ser clasificados como humanos o extraterrestres… pero dejo este tema para otro artículo.

Hablando acerca de quién puede considerarse “humano”, el tema va más allá de la biología y creo que diversos teólogos (incluyendo al jesuita Guy Consolmagno y al teólogo dominico Thomas O’Meara, ambos inspirados por Tomás de Aquino) estarían de acuerdo en extender esta clasificación e incluir a los extraterrestres SIEMPRE Y CUANDO estos sean racionales y si tanto en nosotros como en Dios existiera la posibilidad de amistarlos, respetarlos y AMARLOS.

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Segunda Parte: ¿Ocultamiento de la Verdad o Exageración?

Debido a que las mejores investigaciones ovnilógicas, contactistas y exopolíticas acumuladas por más de siete décadas racionalmente indican una alta probabilidad que haya una presencia extraterrestre real en la Tierra, espero que esto sea tratado oficialmente, además de tomar en cuenta solo aquellos temas extraterrestres respaldados por descubrimientos astrobiológicos formales.


¿Cómo se pueden desvincular las autoridades eclesiásticas de todo lo dicho en el “Citizen’s Hearing for Disclosure” (La Audiencia Ciudadana para la Revelación) del año 2013 ocurrida en el Club Nacional de la Prensa de Washington, DC? ¿O de los interesantísimos testimonios del 2001 como parte del Disclosure Project también en el Club Nacional de la Prensa? 



Es como si las personas influyentes que toman decisiones no solo al interior de la Iglesia Católica sino dentro de todas las demás grandes instituciones formales solo quisieran dialogar con personas de otras instituciones formales en desmedro de la verdad la cual se relega a un plano secundario. Creo que esto básicamente se debe más a temores personales y a la presión de grupo que a la imposibilidad de tratar el tema de otras inteligencias extraterrestres. También se debe a que la presencia de seres de otros mundos en general parece inmediata (y pre-verbalmente) incongruente con la forma como instintivamente sentimos y pensamos nuestra relación con el mundo y esta forma es demasiado inconexa, valorando más las relaciones y conexiones exteriores que las interiores.



Bajo una perspectiva psicológica (por ejemplo de auto preservación, prejuicio cognitivo y auto identidad) y sociológica (por ejemplo de control social) pareciera haber un acuerdo tácito de tratar así las cosas; pero el mismo se presta a sospechas que en realidad se sabe más y se oculta. ¿Cuánto hay de verdad acerca de esto?

Por otro lado, ¿podrían realmente algunos “exopolíticos” orientar a las grandes instituciones sociales si se descubriese vida extraterrestre inteligente y ella fuese anunciada de forma tal que no pudiese ser racionalmente negada por los líderes intelectuales y culturales de esas instituciones? A veces se dice que muchas grandes y poderosas instituciones encubren la verdad. Pero ¿qué es lo que realmente sabemos acerca de esas instituciones para afirmar eso? ¿Qué sabemos más allá de algunas conferencias, documentales especulativos y libros especializados en teorías conspirativas que frecuentemente se extrapolan en un sentido exopolítico y/o ovnilógico sin mayor constatación y cuestionamiento?   


Si definiéramos (como Michael E. Salla, PhD“exopolítica” como el estudio de los individuos clave, las instituciones y los procesos políticos en relación a la vida extraterrestre o si la definiéramos como “el campo de investigación y activismo político que trata con las implicancias prácticas y culturales de una presencia extraterrestre” deberíamos no solo tratar de especular inteligentemente sino de tratar de comprender los valores, creencias, procesos y tendencias futuras dentro de instituciones humanas clave.


Un adecuado “pensamiento exopolítico” requiere que tratemos de afinar nuestro entendimiento sobre todos los posibles extraterrestres (aun lejanos o -de alguna manera tecnológicamente más avanzada- ya actuando en el planeta entre nosotros). Para ello contamos con una variedad de fuentes más o menos creíbles tales como declaraciones de verdaderos o supuestos contactados (como Sixto Paz Wells y Eduard ‘Billy’ Meier), de personas que muy probablemente trabajaron en proyectos secretos (como el Sargento Mayor Robert O. Dean en la OTAN o el Sargento Clifford Stone del Ejército de los Estados Unidos), algunos estudios de abducidos y algunos documentos secretos filtrados hacia el mundo exterior. También necesitamos tratar de cuidadosamente entender cómo funcionan las grandes instituciones y qué se valora de manera formal dentro de ellas para así poder actuar responsablemente como vínculos apropiados entre ellas y una nueva realidad cultural que nos forzaría a re-plantear quienes somos como especie ante el planeta, ante lo divino-trascendente y ante el cosmos y otras formas de vida e inteligencia.


Como ejemplo institucional relevante me referiré a la Iglesia Católica por ser paradigmática en la historia de la humanidad y también frecuentemente poco comprendida a pesar de ser una institución orientadora de valores y cultura en una amplia parte de la humanidad; institución dentro de la cual  teóricamente debería existir algún grado de interés sensato y juicioso respecto a la vida extraterrestre debido a las implicancias que esta tiene para replantear premisas doctrinales y culturales fundamentales.


Si se diera una revelación importante de la presencia extraterrestre (“están acá e interactúan con nosotros”) o una revelación menor (“hemos recibido una señal o indicio”), el aporte exopolítico debería basarse en algo más que en algunas suposiciones conspiracionistas seleccionadas bajo la tendencia de cuestionar “desde fuera” a la institución (principalmente a partir de  puntos de vista ovnilógicos y exopolíticos conspiracionistas). Quiero decir que, a pesar de un gran desconocimiento, se sobre generaliza, frecuentemente acusando a la Iglesia Católica de saber mucho y (para auto preservarse o quizás como parte de un complot para mantener al ser humano esclavizado) de ocultar que realmente estamos siendo visitados por seres extraterrestres. Por ello frecuentemente se les acusa de ser parte de una red de poderes ocultos que controlan al mundo.


Sin negar que podría haber algo o mucho de verdad en cuanto a que algunas instituciones ocultan las mejores evidencias detrás del fenómeno ovni, en realidad para poder asesorar mejor a la humanidad y al aspecto formal de esas instituciones, también debemos tratar de conocer mejor la historia, función, estructura, valores y trayectoria intelectual de las mismas sobre las cuales se tejen muchas teorías conspirativas. Dicho de otro modo, nuestros conocimientos debe ser más completos y serios para nosotros como exopolíticos ser considerados de forma más seria y como una opción a la cual acudir en caso de… una sorprendente e inevitable revelación. 

A pesar que la Iglesia Católica funciona bajo una estructura jerárquica, no llega realmente a ser un organismo monolítico funcionando bajo una forma totalmente integrada de decidir todo. Podría haber áreas de interés reservadas a especialistas y supervisadas por algunos pocos de forma extra oficial. Del mismo modo pienso que tampoco los “Los Estados Unidos” “Washington” o “los banqueros internacionales” o “las transnacionales” o “la ONU” podrían unificadamente manejar este tema como unidad perfectamente integrada aunque frecuentemente la gente que de una u otra forma crítica al sistema internacional actual predominante (incluyendo a muchos ovnílogos y exopolíticos) adopta una postura como si así fuera.


He notado que - influidos por el imaginario público -  es fácil pensar desde fuera de las instituciones declarando sin real evidencia que ciertas instituciones gubernamentales estarían encubriendo el fenómeno ovni y una casi obvia (para la mayoría de los ovnílogos y exopolíticos) presencia extraterrestre. Es una tendencia humana ver a un otro poderoso con sospecha, sobre todo si está en las noticias, maneja grandes recursos, funciona jerárquicamente, tiene un alcance internacional y avala creencias que mueven ingentes masas.

En fin, existe una tendencia a sobre generalizar que también se aplica a la exopolítica y a la ovnilogía tanto cientifista como contactista y estos campos de investigación tienen mucho que ver con cómo se piensa extra oficialmente respecto a la relación entre la vida extraterrestre y las grandes instituciones.


Frecuentemente muchos activistas en favor de la revelación del fenómeno OVNI, (algunos de ellos anti sistema, “new age”, de pensamiento progresivo, pensamiento alternativo e izquierdistas) persistentemente hablan de “Los Estados Unidos” como si fuese un imperio monolítico donde la mayoría de sus líderes llegase a acuerdos para manipular al resto del mundo. En otras palabras, como tendencia de una mente dicotómica ideologizada, es bastante fácil hacer críticas exageradas desde afuera de las instituciones formales con poder. Tenemos que tener en cuenta estas tendencias al criticar a “la iglesia”, la CIA, “los banqueros internacionales” como si todos fuesen claramente parte de un complot. Quizás lo más sensato sería pensar que algunos elementos extra oficialmente investigan el tema de forma secreta y casi sin supervisión de las fuerzas políticas e institucionales convencionales (la mayoría de las cuales prefiere no saber nada al respecto ni inmiscuirse). Es también concebible algún grado de coordinación internacional.

Una vez más ¿podría ser que, respecto a los ovnis y a los extraterrestres, la mayoría de los representantes formales (aún de alta jerarquía dentro de la iglesia y la curia vaticana) no saben mucho, ni controlan nada al respecto, tal como el Dr. Steven Greer (contactado y persona seriamente consagrada al tema de la revelación de la presencia extraterrestres) expone en sus conferencias respecto al alcance de las actuales instituciones, donde indica que ni siquiera los directores actuales de la CIA son realmente puestos al tanto de la información más relevante?


 De existir conocimientos suficientemente claros respecto a los extraterrestres ¿podría acaso tratarse de una “curia paralela” (extra oficial) o de personas en la curia formal tratando un tema “no admitido oficialmente” o de personas contratadas para tratar el tema supervisados por una brevísima minoría dentro la curia? No lo sabemos, pero ¿a quién rendiría cuentas esta curia paralela? ¿Le informarían al papa o solo coordinarían entre ellos y con sus vínculos extraoficiales en otras organizaciones paralelas?


¿Se le asignó al Monseñor Corrado Balducci (entonces demonólogo del Vaticano) hablar en favor de los extraterrestres y la posibilidad que ya estuvieran visitándonos o fue algo a título personal que fue tolerado? Al menos se le permitió brindar declaraciones influyentes en los medios. Y Monseñor Corrado Balducci también habló teológicamente sobre el rol hipotético ocupado por (al menos algunos) seres extraterrestres dentro  del orden de la creación.


Al haber sido amigo de algunos sacerdotes de diferentes órdenes, pienso que - en términos generales - ellos tienen suficiente libertad personal para brindar sus opiniones, inclusive respecto a la vida extraterrestre… en tanto lo declarado no contradiga las enseñanzas de la Iglesia. Y por lo general, hablar sobre seres extraterrestres inteligentes se ha casi convertido en una tradición digamos “respetable”, incluso si ésta continua siendo algo controversial y se habla de la misma siempre en relación a otros temas. 


Pero al fin y al cabo, ¿qué es “la iglesia”? En teoría, en el plano terrenal, ella se compone esencialmente de las personas bautizadas y la jerarquía eclesial y la curia del Vaticano la dirige (según la fe y la doctrina) guiada por el Espíritu Santo. Sin embargo, si consideramos que en “el Vaticano” sus miembros principales también dirigen las investigaciones, los secretos, consideraciones y revelación de ovnis, mi hipótesis es que sólo serían unos pocos quienes extraoficialmente se encargarían de esos temas. No sería algo muy distinto a cómo podría estar sucediendo en los Estados Unidos o quizás a nivel mundial según investigadores reconocidos como Richard Dolan, Steven Greer y Michael Salla. Solo serían unos pocos, haciéndolo extra oficialmente y entre ellos solo otra fracción tendría acceso a la totalidad de las investigaciones.


Esta entidad “especial” (¿extra oficial u oficial?) podría estar representada por aquellos personajes que serían relevantes en caso haya una aparición masiva e innegable de artefactos extraterrestres y quizás serían personas que tendrían que asesorar a figuras con poder de decisión formal, tales como el Papa, algunos cardenales y obispos.


Deberían ser personas capaces de lidiar con temas que pondrían nerviosos a la mayoría de los dirigentes normales y formales. Aun así supongo que la persona que realmente sabe de estas cosas, debe contar con una autorización especial “según su necesidad de información”. Quizá también exista un grupo secreto “de iniciados” en el tema, personas fieles a la fe que investigan pero cuyos puestos oficialmente no existen. ¿Quizás serían algunos elementos élite en el servicio secreto del Vaticano? ¿Especialistas en la orden de La Compañía de Jesús (los jesuitas)? ¿Quizás el demonólogo oficial del Vaticano? O miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe?


Preguntarse ¿quién es quién? en el Vaticano respecto a la investigación de una posible presencia extraterrestre sería similar a indagar quién representa a los Estados Unidos en cuanto a las decisiones realizadas sobre este mismo tema. De existir grupos secretos que toman decisiones importantes sobre este tema a costa de nuestra ignorancia, estos podrían hallarse en proyectos de investigación no admitidos dentro de la estructura institucional formal, lo cual permitiría a los jerarcas oficiales la posibilidad de negar conocimiento alguno respecto a tales investigaciones o a una posible presencia extraterrestre. Esta es la hipótesis de la política de la “negación plausible” normalmente acompañada de la política de “compartimentar” en tareas o funciones separadas a las personas encargadas de distintos aspectos de una investigación secreta para que ninguna pueda conectar “los cabos sueltos” y poner en evidencia el trabajo conjunto que solo unos poquísimos conocerían.


Quienes serían y qué sabrían sobre estas cosas (si es que existen) es algo que habría que averiguar con cuidado, estudiando más de cerca a la iglesia. Quizás se oculta verdad “para nuestro propio bien” o quizás en desmedro de nuestro bien colectivo y de la evolución de la humanidad y la sociedad. O quizás no existan ni tales personas ocultando así las cosas ni tal grupo de estudios secretos que se encargue de quitarle a los jerarcas oficiales el peso moral de pensar sobre estos temas. Simplemente no se sabe con certeza pero si especulásemos (y es necesario hacerlo con cuidado) habría que intentarlo incluyendo (una vez más, con cuidado) no solo las versiones conspirativas que se manejan en la internet, documentales, libros y conferencias ovnilógicas y exopolíticas, sino un entendimiento más formal sobre qué significaría para la fe y la doctrina admitir la existencia de otros seres racionales en el universo.


En efecto, otra área en la que frecuentemente se generaliza en base al prejuicio, la sospecha y la ignorancia es respecto a la supuesta inflexibilidad de los dogmas y de las doctrinas frente a la aparición de datos radicalmente distintos de los utilizados para manejar los presupuestos religiosos.  Muy a la ligera se afirma que “las religiones caerían” y que no podrían adaptarse al descubrimiento de vida extraterrestre, sobre si fuera vida extraterrestre inteligente y más aún si se supiera a ciencia cierta que esta se halla aquí en cierta manera interactuando en el planeta cerca de nosotros. ¿Pero qué hay de verdad en esto? ¿Acaso no somos más resilientes y podemos evolucionar?

Cuando ocasionalmente ovnílogos y exopolíticos exponen sus afirmaciones, premisas, estudios e hipótesis respecto a cómo la Iglesia Católica estaría secretamente manejando un conocimiento sobre la vida extraterrestre, pocas veces los he visto, leído o escuchado desarrollando sus temas bajo un modesto conocimiento histórico o teológico. Podrían tener algo de razón, no lo sé, pero creo que también deberían conocer qué es lo que se piensa dentro de la teología formalmente admitida.

También – de forma ya clásica - cada vez que Funes habla sobre este tema, surgen rumores sobre si la Iglesia se está preparando en secreto para hacer una revelación o, sino que como recientemente indicó que duda que descubramos  vida extraterrestre pronto, esto indica que la iglesia ha decidido seguir continuar manteniendo oculto  su verdadero conocimiento al respecto. 

Es razonable suponer que habrían personas encargadas de estudiar el tema extraterrestre dentro de la Iglesia Católica puesto, que visto imparcialmente, el fenómeno OVNI incluye varios tipos de evidencias “de peso” que tomadas en su conjunto clara y racionalmente sugieren que realmente “estamos siendo visitados”. También es razonable suponer que dentro de una  iglesia histórica de tal magnitud habrían personas encargadas oficial u extraoficialmente de estudiar esta situación ya que para las personas pensantes las implicancias serían de interés ineludible. Por lo tanto, aunque no lo sepamos a ciencia cierta, es posible que dentro de la curia haya personas que sepan más sobre estas posibles investigaciones aunque a la mayoría se les mantuviera “fuera de este círculo” ya que simplemente se confundirían, no estarían interesadas en saber, no podrían aportar ideas concretas o, simplemente, (como sucede en la mayoría de instituciones de inteligencia) no tendrían” la necesidad de saber”.


Además, si dichos “iniciados” hubieran negado, suprimido o reprimido psicológicamente el verdadero conocimiento sobre la vida extraterrestre y, sin embargo, ahora se hallasen tomando decisiones exopolíticas importantes en representación de la feligresía o de la población planetaria en general (quizás junto con otros “iniciados” conformando un grupo secreto trans institucional a nivel internacional), ellos podrían no ser las personas más idóneas para esto.


Quizás sienten que deben guardar todo en secreto al poseer una mentalidad dicotómica-analítica-exclusivista ya que de no habérseles impuesto esta realidad no la hubieran buscado ni aceptado de forma natural sin pruebas contundentes. Interesantemente, bajo una extensión de esa misma mentalidad, podrían extender ese rechazo psicológico a afrontar la verdad proyectándolo inconscientemente sobre el resto de la población: Al no haber estado  preparados, inconscientemente asumirían que nosotros tampoco lo estamos y se constituirían como una especie de “super egos” Freudianos a escala social.


El problema sería que sus mentalidades clásicas (de ganar-perder, sin tercio incluido, sin complementariedad, sin vínculo intrínseco suficiente entre lo espiritual, mental y físico) perpetuarían un estado de deficiente relación con extraterrestres que supuestamente se hallarían en un estadio de entendimiento más avanzado que el clásico. En todo caso, tenderían a asociarse más con variedades de seres más problemáticos y conflictivos cuya lógica de fondo les parecería más asequible. ¿Cómo podrían representar a la humanidad bien?


Una vez más, afirmo que la necesidad de negar y luego controlar la verdad en cuanto a la presencia extraterrestre depende en gran medida de la manera tradicional de pensar, sentir y existir en el mundo, una manera dicotómica de pensar, sentir, valorar, actuar bajo la que nuestro líderes mayormente operan y que podría ser superada si el ser humano contase en su constitución con las potencialidades para hacerlo.


Quizás (aun de forma mayormente inconexa dentro de muchos movimientos alternativos en el mundo) estamos superando una forma donde sentir y juzgar se definen excesivamente por instintos o pulsiones de sobrevivencia en pequeña escala y como egos aislados adecuados a un mundo físico limitado por leyes clásicas.


Pero la verdad de una presencia extraterrestre inteligente “ya aquí entre nosotros” desafiaría cómo nos sentimos básicamente como partícipes de “la realidad” y junto a ello, desafiaría al materialismo clásico, su lógica clásica (fundamento de la ciencia moderna así como del escolasticismo católico). Mostraría interconexiones insospechadas, algunas quizás propias de lo que se reconocía en una etapa “pre-racional”, hoy considerada como “superada” y “supersticiosa”. Esa presencia desafiaría una manera de pensar, de sentir y de organizarnos, que también está siendo paulatinamente superada y cuestionada por voces intelectuales independientes y alternativas…principalmente al margen de las grandes instituciones formales.


Explicar cómo superar las distancias y el tiempo requerido para manifestarse entre nosotros también  desafiaría la creencia en una teología que enfatiza a Dios como una figura paterna excesivamente independiente y trascendente…demasiado desconectado,  a la distancia.


Habría una especie de “alergia instintiva” contra lo paranormal (en realidad lo supernormal), lo extra mundano y por ende, contra lo “extraterrestre” en las personas cuya auto identidad se vincula de forma directa y vital a las grandes instituciones formales de la actualidad. Superar esa “alergia” significaría pensar independientemente y/o tratar esos temas dentro del más profundo secretismo perteneciendo a un grupo de “iniciados” no oficialmente reconocidos.



Dicho de otro modo, al superar distancias espacio-temporales (quizás bajo una ciencia “post convencional” donde la mente y la consciencia son tan fundamentales como la materia, espacio, energía y tiempo), la presencia extraterrestre (que manipula espacio y tiempo y se vincula con aspectos psíquicos) también cuestionaría de raíz una antigua forma de ser intrínsecamente desvinculada-desconectada (la desconexión hombre-naturaleza, hombre - mundo psíquico sutil y hombre-Dios) a la cual hemos estado instintivamente sometidos en parte (a pesar de sus positivas contribuciones para la humanidad) bajo el aval de la teología racional escolástica y de la ciencia materialista moderna, enfatizando excesivamente tanto a la materia sobre la consciencia como a un Dios trascendente y distante por sobre su aspecto inmanente.

Wednesday, April 2, 2014

¿Por Qué Se Resiste la Posibilidad de la Presencia Extraterrestre?

Aceptar la Hipótesis Extraterrestre como una premisa de trabajo sobre una realidad que en muchos casos reportados podría ser concretamente real es absolutamente necesario para empezar a realizar una evaluación exopolítica amplia de nuestra situación actual. La hipótesis extraterrestre (particularmente de una inteligencia extraterrestre) es la hipótesis de partida de la “exopolítica”, sea que se considere como una realidad distante en algún lugar del universo o ya aquí y desde siempre entre nosotros. Este campo aún incipiente de la exopolítica podría definirse como “un estudio interdisciplinario principalmente basado en las ciencias sociales y que se enfoca en la investigación, educación y políticas públicas respecto a los actores, instituciones y procesos asociados a la vida extraterrestre así como a las implicancias que esta conlleva”.

¿Pero es esto legítimo y “respetable”? ¿Debemos esperar a que un número suficiente de científicos y políticos concuerde? ¿Podemos realmente ser independientes en nuestras apreciaciones? La Asociación Astronómica y Aeronáutica de Francia también estudia fenómenos aeroespaciales no identificados y en mayo del 2010 publicó un estudio que decía: Sentimos que debemos rechazar la tesis del ORIGEN TERRESTRE (mi énfasis) de todas las observaciones hechas desde la Segunda Guerra Mundial. Quizás la tradición de cuestionamiento filosófico posmoderno incluyendo el cuestionamiento de las bases de la modernidad que surgió en Francia les permite inclusive cuestionar los rezagos de una atrincherada actitud de imposibilidad basados en la física clásica. Dentro de las instituciones se han atrevido a ver las evidencias y tratar el tema con menos tapujos.  Es más “cool” ser disidente en Francia.

Cabe observar que solo desde el punto de vista racional y no del de la sociología del conocimiento y-o descubrimiento científico, dada la cantidad y calidad acumulada de evidencias cuantitativas y cualitativas (que hasta en ocasiones se refuerzan mutuamente) estadísticamente habría que asumir la Hipótesis Extraterrestre como necesaria para evitar caer en un “Error de Segundo Grado” de estadística inferencial o interpretación de los datos. Habría que evitar asumir la Hipótesis Nula y un Falso Negativo irracionalmente cuando la base de datos indica lo opuesto.

Mientras que el Dr. Michael E. Salla (que fue profesor de política internacional y estudios de resolución de conflictos y la paz en la American University) se enfoca en las implicancias de la presencia extraterrestre de forma un tanto más analítica, el abogado Dr. Alfred Webre (quien acuñó y difundió el término “exopolítica”) la describe como “el estudio de la gobernancia y procesos políticos en la sociedad inter estelar”. Podría decirse que la versión de Salla es más académica y que la versión de Webre es más intersubjetiva y exploratoria y se basa más en la aceptación de testimonios que él halla creíbles.

Por otro lado a la exopolítica también se le puede considerar como una disciplina científica social, un movimiento internacional para que se estudie y revele oficialmente la situación de una presencia extraterrestre. También en parte se inspira en los nuevos paradigmas científicos que están surgiendo (holografía cuántica, retrocausalidad, unificación cuántico-relativista, ciencias de la complejidad y auto organización, etcétera) y en el rol que la consciencia tiene en la interacción con el Cosmos, tecnologías más avanzadas y la misma presencia extraterrestre.

Lo más extraordinario del fenómeno OVNI nos lleva a ampliar horizontes mentales; a buscar pautas comunes a sus aspectos cuantitativos y cualitativos; a hallar simples patrones comunes capaces de coordinar una mayor complejidad. Todo apunta no solo a la “interdisciplinariedad” para superar el fraccionamiento del conocimiento en distintos campos sino al gradual descubrimiento de principios comunes que nos ayuden a integrar de forma “transdisciplinaria” esos campos. Los extraterrestres pensarían, sentirían y obrarían transdisciplinariamente integralmente incluyendo lógicas ligadas a los universos físicos, mentales-sutiles y causales-de principios pero explicaré un poco más de esto posteriormente.

Hay suficientes evidencias para tomar el tema en serio y para empezar a entenderlo menos conflictiva y dicotómicamente sin esperar que una mayoría ortodoxa de científicos y políticos lo haga antes que nosotros.
La “Hipótesis Extraterrestre” se basa en considerar la posibilidad racional que - dadas las evidencias empíricas, testimoniales, documentarias que existen – por lo menos ALGUNOS OVNIS reportados podrían ser de origen inteligente y extraterrestre o de otra realidad distinta a la nuestra y tecnológicamente y teóricamente más avanzados. Para aceptar esta POSIBILIDAD no bastan las evidencias dadas hasta ahora; se requiere una mayor humildad para aceptar que las explicaciones que hemos aceptado en nuestra interpretación del mundo podrían estar incompletas.  Dados los fenómenos de interacción y los testimonios de millones de personas deberíamos reconocer que no necesariamente la velocidad de la luz es el límite ni el espacio tridimensional el único medio para transportarse a través del mismo. Debemos agachar la cabeza ante la arrogancia de creer que ya nos habríamos dado cuenta de la verdad o que nuestra ciencia actual ya definió el límite de lo posible y quizás con el tiempo también nosotros podamos generar fenómenos de teleportación/tunelaje cuánticos a escala macro.

Si aceptáramos que solo uno de los miles de casos que se reportan anualmente (y los reportes van rápidamente en aumento) fuese de tecnología o realidad extraterrestre cambiaría la historia. ¿Por qué tantos líderes políticos, científicos y ciudadanos ni siquiera admiten una posibilidad racional dadas las evidencias? ¿No se investiga porque subconscientemente se teme a las implicancias? ¿Porque estamos bio-sicológicamente programados solo para percibir una realidad material estable-concreta donde el espacio tiempo, la inercia y la entropía no se distorsionan? No se aborda el tema porque parece un cuento de hadas, un realismo fantástico en una era “racional-científica”?

A veces estos OVNIS más anómalos (que no tienen una sana explicación prosaica) no solo están tan lejos como un satélite artificial o el planeta Venus sino que se acercan, producen efectos electromagnéticos, se “dejan” filmar, aterrizan y dejan huellas que modifican el terreno, están asociados a relatos (con y sin evidencia colectiva) de contactos pacíficos (por lo general más desdeñados como fantasiosos) y contactos “preocupantes” (diferentes abducciones). ¿Por qué tan fácilmente se desvirtúa la presencia OVNI ante la prensa y la población (como sucedió con el interés por los agrogramas de Inglaterra) luego que se dan unas explicaciones prosaicas aunque a veces al indagar a profundidad estas sean aún más incompletas, incapaces de explicar bien todo y un tanto más falsas y tendenciosas? ¿Acaso se trata de un temor atávico a lo desconocido?

¿Por qué se prefieren ignorar las conclusiones del Proyecto SIGN (el primer proyecto oficial de investigación de la Fuerza Aérea estadounidense y antecesor del Proyecto Libro Azul) que reportó a favor de la “Hipótesis Interplanetaria”? ¿Por qué la gente no está bien informada de las cartas del General Nathan Twinning y las declaraciones del Almirante Lord Hill Norton, ex jefe supremo de la OTAN o del testimonio de contacto extraterrestre del Mariscal del Aire británico Sir Peter Horseley respecto a que (al menos una fracción del fenómeno) es real, físico, inteligente, tecnológico y no solo visionario? ¿Por qué no se implementó la resolución GA 33/426 de la ONU para coordinar un estudio y centro de información en ese organismo internacional?  ¿Por qué las más recientes declaraciones del ex Ministro de Defensa de Canadá Paul Hellyer pasan casi desapercibidas? ¿Es que nos cuesta despertar del sueño que esta realidad material y nuestra adaptación a ella es todo lo que importa?  ¿Por qué, si en las naciones modernas oficialmente aceptamos el “método científico” empírico-deductivo, casi nunca se investiga institucionalmente una hipótesis con tantas evidencias y anomalías que la ciencia convencional no puede explicar?

Quizás Thomas Kuhn tenía razón: a pesar del idealismo en la ciencia en cuanto a buscar la verdad o las mejores explicaciones y teorías basándose en evidencias empíricas, los científicos que estructuran sus vidas institucionalmente por lo general evaden aquellas evidencias que no concuerdan con sus teorías existentes.   También son sometidos a procesos disciplinarios y de control social por sus colegas si se salen de línea.

¿Será (como sugiere el teórico constructivista Alexander Wendt en su ensayo “Sovereignty and the UFO”) que básicamente hay un temor inconsciente en los “soberanos” líderes políticos, un temor opuesto a negar la premisa antropocéntrica sobe la que se basan los estados modernos y la modernidad, teniendo que admitir que además del ser humano podrían haber otros seres inteligentes que también merecen ser “soberanos”? ¿Será - como postula Wendt - que por eso el tema OVNI debe convertirse en TABÚ  (un objeto que a pesar de las evidencias no es reconocido o es socialmente inexistente)? Creo que, efectivamente, el tema OVNI respecto a una posible presencia extraterrestre se convierte en TABÚ a partir de la incapacidad de decidir del “soberano” (líder o líderes) pero no porque se cuestione la primacía antropocéntrica sino porque no puede reconocer sus errores de juicio respecto a lo que es “real”, especialmente ante un tema de tanta importancia.  Por lo tanto se prefiere ignorar lo que está pasando.

Desde el punto de vista del funcionalismo, propongo que, cuando los soberanos (y los líderes culturales asociados al mismo) evaden el tema indicando (a la gente que aspira a estatus social y legitimidad) que este es un tabú, se generan procesos micro sociales de supresión y control social ideológica dentro de las instituciones oficiales asociadas a la legitimidad del estado. Quienes desean adquirir y mantener legitimidad y estatus en esas instituciones no pueden salirse de la línea epistemológica-ideológica explícita o implícita. A falta de una definición y liderazgo proporcionada por el “soberano” o líder (y líderes) respecto al tema, las personas generando los procesos micro sociales mantienen la estabilidad funcional de lo conocido, incluyendo las ideas que también se han estructurado y convertido en instituciones.

Sin permiso del “soberano” que aún no ha podido decidir (lo que Giorgio Agamben probablemente llamaría un “estado de excepción”) en favor o en contra de la validez formal de la Hipótesis Extraterrestre y, además, expuestos a una sociedad que –influidos por planteamientos posmodernos – cuestiona las premisas que legitimaban a las comunidades científicas profesionales, los científicos que dependen de esas instituciones tienden a generar relaciones micro sociológicas que refuerzan la estabilidad del orden ya conocido, generalmente (hasta hoy) desdeñando y suprimiendo con sus críticas a la investigación OVNI y la aún más increíble Hipótesis Extraterrestre. Se generan fundamentalismos ideológicos al sentirse en una situación más precaria.

Desde una perspectiva funcionalista, en una era hiper compleja, post industrial-informática, intensamente basada en la razón instrumental y el intercambio de bienes y servicios, gran parte de la cohesión y el orden social macro social se mantiene (cada día más precariamente) en base a lo que Emile Durkheim llamó “solidaridad orgánica”,  basada en relaciones estipuladas por normas generales y abstractas. Estas normas basadas en premisas deductivas, dicotómicas, lineales podrían estar perdiendo su funcionalidad sistémica dado al alto nivel de interconexión ahora existente en los sistemas más sensible y de escala planetaria creados por el hombre. Por otra parte, los científicos generalmente operan dentro de instituciones más pequeñas que operan dentro de una “solidaridad mecánica”, donde las expectativas y normas de la relación interpersonal son más directas para el individuo. 

Según el sociólogo Peter L. Berger (autor de “The Social Construction of Reality”), las identidades construidas en relaciones cercanas son la base de los intereses de los actores sociales y los individuos se aferran a ellas mientras el ROL que mantienen en esas relaciones lo requiera. ¿Entonces se tratará de mantener roles para tratar de sobrevivir dentro de grupos tratando de maximizar un estatus?

Si las instituciones científicas otorgan legitimidad racional y credibilidad a algunos proyectos nacionales, estas operan bajo una relación co-dependiente con el estado. Se espera de ellas que mantengan una línea estructurada, conocida y coherente.  Como el estado moderno es parcialmente legitimado por las instituciones científicas que contribuyen conocimientos estables en base a los cuales supuestamente se toman decisiones racionales, existe una presión implícita de mantener el estatus quo respecto al tabú OVNI. Esto concuerda con que las normas de las instituciones científicas (establecidas en los siglos XVII, XVIII y XIX) para legitimar la admisión personal a un grupo exclusivo de “profesionales científicos” remunerados por sus servicios fueron dominadas por el realismo materialista reduccionista y un materialismo mecanicista sobre todo a partir de la confluencia de los trabajos de Bacon, Newton y Descartes y –debido a la Ilustración – como una oposición al dogmatismo religioso que explicaba al mundo natural en base a la teología. La influencia de la lógica deductiva aristotélica y de la limitación de sus cuatro causas a la “causa eficiente” también forman parte de los parámetros epistemológicos  científicos convencionales que –a pesar de las evidencias aportadas por la contra intuitiva mecánica cuántica -  se resisten a cambiar. La cohesión de estas instituciones científicas así estructuradas son hasta el día de hoy (aunque cada vez menos efectivamente) defendidas de manera fundamentalista.

¿Qué otros factores inciden en la resistencia a considerar la enorme acumulación de evidencias OVNI a través de los años? ¿Cómo es que los fundamentalismos ideológicos se mantienen y refuerzan?

Hay características humanas que probablemente nos sirvieron como especie a lo largo de nuestra evolución. Por ejemplo es más fácil ser escéptico con los grupos que nos son desconocidos que con el grupo referencial con el que vitalmente interactuamos y conocemos más. Además, los estudios sobre “conformidad” realizados por Solomon Asch, Muzafer Sheriff y Gregory Berns nos muestran que, bajo la presión social de una mayoría en un grupo, los individuos tienden a conformarse con evaluaciones erradas. En algunos casos, aunque privadamente piensen que los demás están errados, se elige la conformidad. En otros casos se rechaza el juicio individual pensando que la mayoría debería estar en lo correcto y, finalmente, inclusive a veces se distorsionan las percepciones empíricas proporcionadas por los sentidos y el cerebro para inconscientemente acomodarse a lo que la mayoría dice.

Todo esto refuerza (inclusive desde el punto de vista sociobiológico) la propuesta del filósofo de la ciencia Thomas Kuhn respecto a la resistencia al cambio de “paradigmas” (explicaciones, modelos, métodos, ejemplos), al menos hasta que se acumulen tantas “anomalías” que ya no puedan ser rechazadas.  Sin embargo hay que tomar en cuenta que en los estudios sobre la “conformidad” siempre hubieron personas que no se limitaron a las percepciones erradas de sus compañeros y asimismo siempre ha habido voces disidentes en la comunidad científica, inclusive en relación al fenómeno OVNI (por ejemplo el profesor emérito de física aplicada Peter A. Sturrock y el físico atmosférico James Mc Donald). ¿Qué marca la diferencia? ¿Una formación personal en la cual la verdad y la objetividad son un valor supremo?

Por lo general el rechazo a investigar OVNIS y a trabajar con la Hipótesis Extraterrestre en relación a algunos de estos eventos-objetos es realmente irracional y un asunto político, sicológico y sociológico tanto en la comunidad científica como en los estamentos de muchos gobiernos. Pero entre las razones ya mencionadas, ¿serán también las personas con baja tolerancia a la ambigüedad las que fungen de escépticos militantes, de policías y soldados del viejo régimen  contra la adopción de nuevas ideas y verdades aun poco claras que cuestionan la legitimidad del orden conocido? Mientras que los escépticos saludables dudan pero están dispuestos a que se les demuestre lo contrario, los escépticos militantes entran en la negación sicológica y selectivamente eliminan, desacreditan, causan dudas y suprimen evidencias que los contradiga. Sienten la misión de restaurar la estabilidad ideológica. Quizás cognitivamente hablando algunos de ellos sean incapaces de pensar con lógicas que no sean mutuamente exclusivas.

El estudio exopolítico requiere una apertura al pensamiento vinculante o conectivo que el gran filósofo público Edgar Morin estima como absolutamente necesario para sobrevivir ante los problemas de escala planetaria que están surgiendo. “Complexus” también significa “entramado” en Latino. En fin, los nuevos paradigmas asociados a las ciencias de la complejidad y al pensamiento integrador post posmoderno serían “inconmensurables” (en un sentido relacionado a Thomas Kuhn y a Paul Feyerabend) con los paradigmas derivados del materialismo científico reduccionista o del realismo materialista y de la lógica aristotélica clásica. Por eso se requeriría adquirir, fomentar o “florecer” una consciencia vinculante en la cual se percibe que los opuestos se necesitan mutuamente. Es más, según el filósofo y sicólogo teórico Ken Wilber, lo que él llama el “pensamiento integral” es una forma de pensar y de ser (de estar en el mundo) que no solo es ética sino perfectamente posible dentro de las potencialidades humanas. En pocas palabras se podrían incluir y superar dentro de un orden cognitivo y ético superior a nuestras tendencias sociobiológicamente adquiridas.

La realidad de una posible evolución representada (pero no únicamente) por etapas cada vez más inclusivas estaría refrendada por los sicólogos del desarrollo humano Robert Kegan, Clare Graves, Abraham Maslow, James Clerk Baldwin, Carol Gilligan, Susanne Cook-Greuter, James W. Fowler (enfatizando distintos tipos de inteligencias humanas) y por pensadores como Jean Gebser, místicos como Sri Aurobindo y sociólogos como Pitirim Sorokin. También estaría representada por teólogos como Teillard de Chardin y Thomas Berry y una capacidad de re-organización en sistemas abiertos por biólogos como Francisco Maturana o por químicos como Ilya Prigogine. Fomentar tal desarrollo sería necesario para sobrevivir en el mundo actual y para entender los retos adaptativos que nos presenta la presencia extraterrestre y, para esto, el concepto de SINTROPÍA desarrollado por Ulisse di Corpo y los métodos de auto organización social desarrollados por Carlos A. Guarnizo Olivera file:///C:/Users/Giorgio/Downloads/modelando_el_genoma_social.pdf son perfectamente compatibles. Si estos estudiosos de “la integración” y de la trascendencia al pensamiento materialista lineal, reduccionista y dicotómico (en exceso desvinculante, separatista) no han abordado el tema OVNI extraterrestre quizás sea porque también existe una inteligencia humana que reconoce la importancia de un vínculo natural con otras realidades y que en ellos (a pesar de sus aportes) no estaría muy activa, mientras que sí podría estarlo en algunos “contactados” y curanderos de los pueblos originales o ancestrales.

Se podría también decir que, hasta que la cultura y la “construcción social de la realidad” no reconozcan oficialmente y estimulen educativamente esta forma post dicotómica de ser y pensar que (como los procesos cuánticos y los OVNIS más anómalos que sugieren una inteligencia distinta a la nuestra) trascienden el entender la Vida como sujeta al espacio como separación y al tiempo como duración lineal, diversos grupos de poder económico, militar y político podrían converger e incidir en la situación controlando partes de la información sobre la presencia ET. Dada la situación de ignorancia actual algunas de las explicaciones ofrecidas bajo las teorías de conflicto (y no solo las funcionalistas y construccionistas) también tendrían cierta validez.

Cuando un grupo pequeño tiene demasiado poder y no es controlado sus propias normas se vuelven intensamente vinculantes. No solo al tener el poder y evitar ser fiscalizados formarían una serie de sociedades cerradas y un consorcio sino que sentirían que tienen el derecho de actuar en su propio beneficio relativo. Como Dwight Eisenhower previno en su último discurso como presidente, el poder del complejo militar industrial era excesivo y ponía en peligro los procesos democráticos. Aun así si es que hubieran grupos de tal naturaleza controlando parte de lo que se sabe acerca de la presencia extraterrestre, en algunos casos, concebiblemente, personas ligadas a ese “consorcio” podrían tratar de proteger paternalistamente la continuidad y el funcionamiento de la sociedad manteniéndola inocentemente al margen de lo que sucede, amén de proteger los secretos tecnológicos para que no caigan en manos extremistas o de otras sociedades lideradas por personas con formas de ser pre integrales.

En otros casos al sentirse eximidos de las leyes democráticas los miembros de ese grupo de control o “consorcio” podrían optar por priorizar no solo sus intereses económicos sino también sus visiones grupales, nacionalistas y hasta escatológicas. Todo eso podría suceder en grupos con demasiado poder si no rinden adecuadas cuentas a nadie y (como lo sugiere Richard Dolan, autor de “UFOs and the National Security State”) si tuvieran tecnologías demasiado avanzadas podría inclusive generarse una sociedad alternativa que se escapase de la línea de desarrollo histórico de la humanidad convencional.

Las distintas aplicaciones y variedades que parten de la Teoría de Conflicto (aplicables a las clases o grupos que controlan la producción, la economía, la información, los valores, las premisas epistemológicas, el poder militar, el gran capital, la propaganda y la cultura) se aplicarían bajo formas de “ser” (de pensar, de sentir y actuar) menos vinculantes en el sentido dado por Morin y Wilber, esto es, separadamente y compitiendo entre sí como ideologías pre-integrales. Faltaría contar con una actitud integrativa mucho más desarrollada.
Para entender mejor de forma intelectual y no solo de forma mítica y sentimental-emocional a los extraterrestres transdimensionales habría que empezar a pensar de forma integral. ¿Es esto muy difícil? ¿Fuera de la capacidad humana? No lo creo. Creo que ya hay evidencia seria de contactos profundos y amistosos con algunas especies extraterrestres pero en general esto ocurriría más a nivel de afectos y de valores compartidos que de un intercambio intelectual. Sin embargo, creo que también podemos desarrollarnos hacia un entendimiento intelectual más destacado porque ya filósofos como Ken Wilber, Edgar Morin y otros, así como científicos de la complejidad, de física cuántica, de fenómenos parapsicológicos (como Dean Radin), de holografía cuántica (como el astronauta Edgar Mitchell) de estudios sobre la posible física de las naves extraterrestres (como Stoyan Sarg, Thomas Valone, Paul A. LaViolette, Thomas Bearden, William Tiller y Robert L. Schroeder, autor de “Solving the UFO Enigma” ya estarían contribuyendo a soluciones. Según Wilber cuando un 10% de la población llega a la siguiente etapa de desarrollo personal y cultural las leyes y estructuras de la sociedad rápidamente cambian adoptando las creaciones de esos líderes culturales.

Con la expansión de la capacidad de incorporar perspectivas, de incorporar más formas de incluir/entender/interpretar/revelar la “realidad” bajo pautas comunes (en los definidos pero inextricables ámbitos materiales, culturales, subjetivos y sistémicos) podríamos entender que otros seres son dignos de soberanía sobre sus vidas y áreas de acción naturales. Comprenderíamos que a los extraterrestres no podemos limitarlos a nuestros conceptos modernos de soberanía territorial, especialmente si han estado ocupando bases subterráneas e interactuando sutil o directamente con nosotros desde tiempos inmemoriales. Habría que extender la categoría de “humano” a seres similares y distintos de nosotros pero compartiendo una profunda capacidad de auto reflexión y de entender.

Las principales teorías sociológicas (como las de conflicto, funcionalistas, simbólico interaccionistas,  constructivistas y del Actor-Red) se integrarían como expresiones de los ámbitos materiales, culturales, subjetivos y sistémicos que básicamente la Teoría Integral de Wilber, el Pensamiento Complejo de Morin y el Realismo Ontológico de Roy Bhaskar coinciden en reconocer como comunes a toda experiencia y expresión bajo el nuevo pensamiento posmoderno integrativo y transdisciplinario que están forjando. Asimismo las distinciones entre los métodos, descubrimientos, experiencias y realidades cualitativas y cuantitativas se podrían armonizar bajo esos factores comunes y campos de investigación y praxis como la ovnilogía y la exopolítica responderían reuniendo aspectos que por prejuicios y preferencias personales se mantenían intelectualmente separadas.

Según el sociólogo francés Bruno Latour, co-creador de la “Teoría del Actor-Red”, los objetos también son “actores” o “actantes” (agentes sociales) e importantes en la creación de significados y las relaciones sociales. De ser así, habría que incluir entre los objetos que más nos fuerzan a buscar interpretaciones no convencionales y que pueden participar en la modificación de la sociedad (al participar en la red de relaciones que la genera) a los objetos altamente anómalos como los OVNIS que pueden ser de origen extraterrestre y hasta operar bajo parámetros físicos distintos o aparentemente “inter dimensionales” capaces de alterar los efectos de gravedad, inercia, espacio, tiempo y percepción).

Tomando en consideración el pensamiento del filósofo Timothy Morton, creo que los OVNIS podrían considerarse como “Hiper Objetos” pues se manifiestan a escala global, masivamente distribuidos en el espacio y el tiempo por lo que trascienden una ubicación y su presencia nos obligan a re-pensar promoviendo un cambio porque superan nuestras formas tradicionales de entender la realidad. Entonces, retornando a Bruno Latour, podríamos también considerar a estos OVNIS como “Hiper Actores” en nuestra realidad social, un aspecto subjetivo dado a objetos que además de sus tripulantes - según algunos contactados e investigadores - parecen también estar dotados de alguna forma de inteligencia o consciencia. Los OVNIS como “hiper objetos” se relacionarías intersubjetivamente con nosotros representando sistemas físicos, sociales, energéticos organizados en relación a una lógica sutil-mental superior que trasciende e incluye a nuestra realidad física convencional constituyéndose en un referente de presencia enigmática pero constante obligándonos a superar en conjunto el rechazo a la Hipótesis Extraterrestre.

Para pasar de una sociología fraccionada (relacionada no solo al rechazo de la presencia extraterrestre sino con el materialismo realista, acoplado a una lógica de polaridades irreconciliables y a una visión reducida a la percepción material convencional) a una sociología que pueda servir para integrar los principales aspectos de esta presencia sugiero empezar por hallar pautas de integración en los aspectos subjetivos, intersubjetivos, objetivos y sistémicos. La construcción de la auto identidad entendida a través del “Interaccionismo Simbólico” de Talcott Parsons y los roles habla de procesos subjetivos e intersubjetivos. En variaciones de la “Teoría de Conflicto” se explica el conflicto  entre la ciudadanía y su necesidad de saber y quienes ostentan el poder respecto al encubrimiento de la presencia extraterrestre. Las teorías de conflicto como las teorías estructuralistas se refieren al aspecto sistémico o inter objetivo.  La Teoría del Actor-Red sobre objetos como actantes o actores se refiere al aspecto objetivo pero también subjetivo.

Aunque en general la sociología se refiere al aspecto sistémico (por ejemplo con el concepto de “estructuras” relacionándose para mantener un equilibrio dinámico), dentro de la misma se puede sub-definir esas diferentes teorías sistémicas relacionándose más con los aspectos subjetivos, objetivos, intersubjetivos e inter objetivos presentes en la Teoría Integral: Actor-Red con ‘sujetos’ y ‘objetos’; el simbolismo interaccionista con representaciones interiorizadas en el individuo y su sicología; las teorías construccionistas con la intersubjetividad en la definición grupal de lo cultural, las normas, lo sobre entendido y lo explícito.
La tendencia en todas las disciplinas y en la sociología ha sido la de suscribirse a una teoría en particular excluyendo otras bajo un pensamiento categórico o que claramente define sin entender que otras teorías pueden representar otros aspectos fundamentales inextricables. Los extraterrestres proporcionan un rol de contexto exterior a lo conocido necesario para completar de forma coherente una comprensión más integral de las cosas.

Según la Teoría Integral de Ken Wilber, se podría decir que todas las teorías derivan de lo que un espacio de interpretación y contención puede realizar (y en mi opinión “actualizar”). Este “espacio” (metafóricamente hablando) que es la consciencia carece de contenido pero puede poblarse de contenidos según su amplitud o capacidad. Según esta teoría todo lo que surge como objetos y como perspectivas interpretativas subjetivas e intersubjetivas lo hace bajo cuatro aspectos fundamentales. Esta teoría  es en realidad una Meta Teoría (teoría sobre otras teorías o la que puede relacionar a otras teorías) y (además de ser compatible y complementaria con el Pensamiento Complejo de Edgar Morin también es compatible con la “Transdisciplinariedad” propuesta por Basarab Nicolescu), al reconocer los cuatro factores primordiales objetivos (materiales), intersubjetivos (culturales), personales (subjetivos) e inter-objetivos (sistémicos) de toda expresión ontológica y epistemológica de la “realidad”, podremos pensar y actual de forma integral.

A esto Wilber añade la importancia de reconocer por lo menos tres niveles básicos de la realidad (el físico, el mental-sutil y el causal de “semillas” o principios), niveles reales que existen con sus perspectivas según tradiciones místico-esotéricas antiguas corroboradas empíricamente como el Vedanta y Wilber incipientemente desarrolla en su “Excerpt G” cómo podrían el nivel sutil y el físico relacionarse. Pienso que si continuamos desarrollando estas ideas podrían darse aportes para una ciencia que abarque la tecnología y principios de las naves extraterrestres.  http://www.kenwilber.com/Writings/PDF/ExcerptG_KOSMOS_2004.pdf (en inglés).

Como traté de explicar, los extraterrestres pensarían, sentirían y obrarían transdisciplinariamente. Para llegar a la etapa en que se hallan probablemente como especies planetarias unificadas deben haber superado la organización social basada en el pensamiento dicotómico propio de la materialidad convencional. Pensarían, sentirían y obrarían integrando los cuatro aspectos básicos de cómo surge toda realidad ontológica y epistemológicamente revelada/interpretada (lo subjetivo, intersubjetivo, objetivo, inter objetivo según la Teoría Integral), pero a esto yo añadiría tres lógicas primarias ligadas a las sub-realidades (los universos físicos, mentales-sutiles y causales o de principios) de los tres niveles principales de realidad también mencionados. Estas lógicas servirían para entender el funcionamiento causal (de causa-efecto) en estos tres niveles primarios de realidad. 

La realidad física estaría principalmente representada por una lógica dicotómica, clásica, con el tercio excluido. La realidad mental-sutil estaría representada por una lógica de opuestos complementarios y la realidad causal o de principios estaría representada por una lógica menos conocida de “inmanencia mutua” en la cual los opuestos se definen por su mutua relación interior en vez de por sus diferencias externas. La lógica causal trascendería e incluiría a la lógica sutil y la sutil a la física más aplicable a la física convencional. Para entender la presencia ET y para crear una sociedad planetaria sana habría que empezar a superar la lógica física clásica. Esto también nos ayudaría a entender cómo desde la realidad mental-sutil se puede manipular la realidad física.

Todas las formas de resistencia a las evidencias que sugieren una presencia ET aparentemente tienen que ver con una incapacidad de incluir el tema en nuestra realidad personal. Esta capacidad afectaría todas las explicaciones ofrecidas y sería como un “espacio” que según la sicología integral (también desarrollada por Ken Wilber) no solo puede ser más o menos “amplio” (según el nivel de desarrollo promedio) para poder incluir mayor número de perspectivas sino que puede estar subconscientemente obstruida con apegos, “sombras” (como diría Jung), objetos mentales negados, reprimidos y otros impedimentos. Algunos de estos impedimentos se manifestarían como actitudes de orgullo derivando en la incapacidad de aceptar evidencias que sugieren que estábamos equivocados sobre cómo pensábamos acerca de la realidad.

La supresión de evidencias de parte de algunos países poderosos capaces de investigar la tecnología relacionada a las naves ET también derivaría de la misma carencia de capacidad. El enfoque excesivamente materialista adaptado a la lógica clásica convencional y la tendencia a ceder a la presión social para sobre validar las teorías e ideologías ortodoxas dentro de instituciones científicas demostraría que no hay una suficiente capacidad para resistir esto y ser un disidente o “evolucionario” a menos que (como en el ejemplo francés) la cultura circundante lo facilite.  

Los especialistas en todos los campos de conocimiento han tradicionalmente escogido sus teorías favoritas frecuentemente excluyendo otras teorías y campos de conocimiento que no pueden sicológicamente incorporar. Esto ha sucedido inclusive entre los que creen en OVNIS de naturaleza anómala o en la presencia extraterrestre. Nos subdividimos en campos según preferencias. Esto mostraría que hay carencias en esa capacidad o “espacio” que es la consciencia y que, de ser más amplia, podría bloquear menos aspectos de la realidad y servir para reconocer la importancia de todas las formas complementarias (cualitativas y cuantitativas) de entenderla ya que (según la Teoría Integral) deberían representar a los cuatro aspectos constantes e inseparables de cómo surge la realidad objetiva y subjetiva-interpretativa.  

De ser válida la idea que los líderes políticos máximos no pueden decidir si validar o no la investigación OVNI (generando un tabú y un mensaje implícito a líderes de instituciones allegadas) debido a que cuestiona la premisa de la soberanía antropocéntrica entre otros factores (salvarse de la crítica) también podría deberse  a la incapacidad de tener una visión original y distinta a las premisas de la modernidad. No estaríamos hablando tanto de la capacidad como un estado de conciencia porque estos son pasajeros; estaríamos hablando de la capacidad como establecida en un nivel estructuralmente estable.

¿Pero qué provocaría en la sociedad un cambio hacia ese nivel estructuralmente estable; hacia una forma de ser y pensamiento complejo, transdisciplinario e integrador? Pienso que lógicamente sería cualquier elemento socialmente bien reconocido de forma oficial y que esté bien establecido funcionalmente en la siguiente etapa de desarrollo. Tendría que ser un elemento práctico, necesario y funcional de cualquiera de los cuatro aspectos fundamentales (lo subjetivo, objetivo, intersubjetivo-cultural e inter-objetivo-sistémico). También – para realmente ser un elemento de esa nueva etapa “integral” tendría que incluir un reconocimiento de lo paranormal o la existencia de otras realidades o mundos. Esto es porque sus mismos aspectos científicos lo demandan.

Como (según la Teoría Integral) los cuatro aspectos constitutivos de la realidad surgen inextricablemente juntos (aunque con distintas intensidades) si el elemento estimulante del cambio fuese un objeto tecnológico propio de una etapa integral los aspectos subjetivos, culturales y sistémicos se adaptarían. Si fuese el elemento fuese un acuerdo cultural o subjetivo, este tendría que realmente motivar. Si fuese una forma de organización sistémica debería ser muy necesario para establecerse y provocar el surgimiento de los demás aspectos.


Un objeto de una tecnología futurística desconocida podría ser tal “elemento”. En ese caso podría ser evidencia OVNI incontestable. Una teoría metafísica o filosófica más avanzada pero con aplicaciones prácticas para generar nuevas ideas políticas, religiosas, sociales, científicas podría ser tal “elemento”.